Ahorra De Manera Efectiva: Cesantías Y Libranzas

Hablando De Ahorro:  Ahorro Cesantías

Diciembre, para muchos colombianos, trae consigo la añorada prima y para otros incluso la prima extralegal o las bonificaciones extras, que hacen del fin de año una temporada en la que llega a nuestros bolsillos más dinero del que acostumbramos recibir en cualquier otro mes del año.

 

Pero diciembre también llega con gastos extras que pueden convertir la mayoría de estos recursos en flor de un solo día. Aguinaldos y regalos hasta para el perro y el gato, vacaciones, reuniones familiares de no menos de 50 personas, un gustico aquí y otro por allá… ¡Qué bueno diciembre!

 

Tan pronto baja la euforia de la temporada decembrina, nos disponemos a enfrentar el nuevo año llenos de propósitos, proyectos y sueños; empezamos a planear cómo lograrlos, cómo financiarlos… ¿Cómo financiarlos? Pero aunque en muchos bolsillos no encontraremos más que telarañas, al menos queda la satisfacción de haber disfrutado el fin de año como nos lo merecíamos.

 

No se exagera al decir que todos hemos caído en algún momento en, llamémoslo así, “la trampa del disponible”. Todos los que hemos caído en ella hemos sentido el placer de darnos gusto de lo lindo, gracias a esos recursos extras que llegan a nuestras manos en algún momento y tratamos intensamente de acallar un diminuto sentimiento de culpabilidad, lleno de racionalidad, que nos dice que debimos haber distribuido ese disponible de una mejor manera.

 

Pero, ¿cómo evitar que nuestro disponible se vaya de nuestras manos muchas veces sin darnos cuenta? Ahorro Cesantías

 

Muchos especialistas en finanzas personales coinciden en decir que lo mejor es ponerle un techo a ese disponible, tratar de llevar la mayor porción posible de los excedentes de disponible a un instrumento de ahorro y, en la medida de lo posible, hacerlo a través de mecanismos que no permitan que esos recursos pasen por nuestras manos, simplemente para evitar el riesgo, la tentación de convertirlos en dinero de bolsillo. En otras palabras, asimilar el ahorro al comportamiento de un gasto fijo.

 

Como cualquier disciplina, la del ahorro se logra aplicándola con la mayor frecuencia posible y todo parece indicar que los colombianos vamos por buen camino. Según un estudio realizado por Old Mutual el año anterior, el buen desempeño sostenido de la economía y una mayor inclusión financiera han permitido que el nivel de ahorro en los hogares del país haya pasado de representar tan solo el 5% de sus ingresos para ubicarse en un 22% durante la última década.

 

En el sistema financiero existen mecanismos que pueden ayudarnos a imponernos, en el buen sentido de la palabra, una férrea disciplina de ahorro. Las cesantías son muestra de ello, son recursos que se van acumulando a lo largo de un año de trabajo, para al final encontrar que se ha logrado ahorrar un mes completo de salario y que idealmente, con el paso de los años, se pueden convertir en una herramienta vital para invertir en vivienda o educación. Pero lo que permite que esto suceda con las cesantías es que, en el día a día, el empleado no ve ni tiene acceso a ese dinero. Simplemente no puede contar con él, ya que las condiciones para retirarlo de la cuenta en donde reposan son muy claras. Lo mismo debería suceder con cualquier otro modelo de ahorro que decida activar un trabajador, éste debe definir un objetivo de ahorro, unas condiciones para disponer de él y lo más importante, garantizar que cumpla con la periodicidad y montos que se comprometa a ahorrar.

 

Las empresas pueden facilitar y ayudar a generar en el trabajador esa disciplina de ahorro a través de las deducciones de nómina que pueden ser dirigidas a fondos mutuos de inversión, fondos de pensiones voluntarias y cuentas AFC, siempre y cuando se garantice que al empleado se le entregue al menos el 50% de su salario en efectivo.

Esto permite al trabajador definir el monto que desea ahorrar, dejar de percibir ese recurso como “disponible” y aprender a controlar sus gastos en función del volumen de recursos líquidos que le ingresan con cada pago de su nómina.

 

Esas deducciones de nómina pueden favorecer el comportamiento crediticio del trabajador, darle acceso a mejores tasas de interés y minimizar el nivel de riesgo de la entidad colocadora (operadores de libranzas autorizados) del bien o servicio que aquel adquiera, además de constituirse en beneficios que una empresa puede presentar a sus empleados como mecanismo de retención de su talento humano.

 

Sin embargo, la operación de los convenios que una empresa debía activar con las entidades que ofrecen bienes o servicios con la opción de ser pagados a través de la nómina de un empleado, suponían sumar carga operativa a sus procesos de nómina y pagaduría, ya que se deben administrar los niveles de endeudamiento de la nómina de un empleado, gestionar los descuentos que se deben aplicar en cada pago de nómina, reportar la información de esos pagos al operador de las libranzas junto a las novedades que pudieran afectar el valor pagado y realizar la transferencia de los recursos recaudados a favor de cada una de ellas.

 

“Debía” porque ahora existe en el mercado una solución que simplifica la administración de las deducciones de nómina de una empresa y optimiza los procesos de conciliación y recaudo de esas obligaciones a un operador de libranzas autorizado, esa solución es ARUS Libranzas el nuevo servicio de ARUS, una compañía de Grupo de Inversiones Suramericana, especializada en la integración de recursos (información y pagos).

 

ARUS Libranzas le permite a una empresa reportar en detalle los descuentos que aplica a la nómina de sus empleados y entregarlos vía electrónica a cada uno de los operadores de libranzas vinculados a este servicio, eliminando las planillas físicas o envío de correos electrónicos que hasta ahora debían realizar mes tras mes. Arus Libranzas optimiza además los procesos de conciliación del recaudo de un operador de libranzas, ya que le entrega en simultánea tanto los recursos (dinero) recaudado en una nómina, como la información que sustenta los valores pagados por cada empleado, lo que favorece los tiempos de acreditación de esos dineros en las cuentas individuales o saldos de la obligación de cada trabajador.

 

La articulación de todos estos elementos (desempeño de la economía, inclusión financiera y tecnología aplicada a los procesos de nómina) genera un escenario ideal para que cada vez más colombianos se vinculen a un círculo virtuoso en donde la disciplina del ahorro se traduzca en la posibilidad de construir patrimonio y por ende active la dinámica de inversión en el país, garantice el acceso a la educación de una mayor porción de la población brindando acceso a su vez a un mercado laboral más calificado.

 

Adicionalmente la aplicación de tecnología de la información a procesos que permitan minimizar el nivel de riesgo de las entidades de crédito favorece la vinculación de un mayor número de personas a servicios financieros y le permiten a un empleado automatizar el pago de sus obligaciones de tal manera que se favorece su perfil financiero.

 

En definitiva, la tecnología está poniendo a nuestro alcance muchas soluciones que simplifican la operación de un sin número de negocios y potencia a su vez el desempeño económico del país.

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